En el Allianz Arena de Múnich, Cristiano Ronaldo volvió a levantar un trofeo con lágrimas en los ojos. A sus 40 años, el eterno capitán guio a Portugal a conquistar la UEFA Nations League 2025, tras una dramática victoria sobre España en penales. Desde el banco, tras haber dejado el campo cerca del final por molestias físicas, vivió con intensidad la definición y celebró como en 2016: con el alma.
Un legado que no deja de crecer
Con este título, Cristiano suma tres campeonatos internacionales con su selección: Euro 2016, Nations League 2019 y ahora 2025. Lo que comenzó con una dolorosa derrota en la final de la Euro 2004 ante Grecia, se transformó en una carrera gloriosa que ha cambiado la historia del fútbol portugués.
En esta edición de la Nations League, Ronaldo aportó liderazgo, experiencia y goles en momentos clave. Fue determinante en semifinales ante Alemania y anotó el gol del empate en la final ante España. Ya no es solo el máximo goleador de selecciones a nivel mundial, sino también el símbolo de una generación y el pilar de un equipo que combinó talento joven con la sabiduría del veterano.
El alma del vestuario
Ronaldo no solo fue figura en la cancha. Durante todo el torneo, se convirtió en mentor de jóvenes como João Félix, Rafael Leão y Gonçalo Ramos. Su entrega, profesionalismo y pasión por la camiseta nacional siguen siendo ejemplo dentro y fuera del campo. Tras la consagración, declaró con emoción: “Por la selección, si tuviera que romperme una pierna, lo haría. Lo di todo”.
Incluso con molestias físicas, jugó, marcó y lideró. Y cuando ya no pudo seguir, lo hizo desde la línea, gritando, empujando y celebrando cada jugada con la misma intensidad de sus 20 años.

El capitán que inspira
Más allá de los trofeos, Cristiano ha dejado una huella imborrable en su selección. Su presencia en el vestuario y su influencia sobre las nuevas generaciones han sido clave en el crecimiento del fútbol portugués. Hoy, jóvenes promesas sueñan con seguir sus pasos. Y él, con 40 años, sigue mostrándoles el camino.
Este nuevo título, quizás el último con la camiseta nacional, es una consagración emocional para el astro nacido en Madeira. Una despedida perfecta, si decide cerrar su ciclo. O tal vez, una motivación más para seguir soñando con el Mundial 2026.
Cristiano y Portugal, una historia para siempre
Portugal celebra una nueva estrella, y con ella, celebra al hombre que lo cambió todo. Cristiano Ronaldo no solo es el goleador histórico. Es el símbolo de un país que aprendió a creer en sí mismo a través de sus hazañas. En 2004 lloró por una derrota. En 2025, llora por volver a ganar.
Porque cuando todo parecía escrito, él volvió a escribir historia.

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